Rescatamos este artículo aparecido en la revista ‘Alrededor del mundo’ en su número 130, del 28 de noviembre de 1901, en el que relatan cómo empezó la fundación de la Hermandad del Refugio con la ronda de pan y huevo por las calles de Madrid, atendiendo a los menesterosos en tiempos de Felipe III. Se menciona cómo «tres virtuosos caballeros y sanos de corazón» iniciaron a principios de 1615, las rondas de pan y huevo: el padre Bernardino de Antequera, Don Pedro Lasso de la Vega, y Don Jerónimo Serra. La primera limosna que recogieron ascendió a 15 reales de vellón y 15 maravedíes, como así se recogió en el libro original en el que se anotaron las colectas. También se hace alusión a que más adelante, ya el 25 de enero de 1618 se unieron otras personas caritativas y celebraron la primera Junta de la naciente Hermandad en el aposento de Bernardino de Antequera.
También se recoge que en 1621 se logró comprar casa para albergar a los desvalidos, y que además en el oratorio fue erigido en iglesia, y en ella se colocó la imagen de la Concepción, bajo cuya advocación y protección, quedó la Hermandad desde el 13 de agosto de 1623.
Más adelante se relata, cómo con la llegada de la dinastía de los Borbones con Felipe V, concedió en 1701 el patronato y administración de la casa, iglesia y hospital de San Antonio de los Alemanes, llamado antes de los Portugueses, y de lo cual se hizo cargo la Hermandad el 6 de mayo de 1702.
Después del año 1879 cuando ejercía de ministro de hacienda Don Manuel Orovío, éste logró que se restituyera a la Hermandad el importe de los bienes vendidos por la ley de desamortización del 65, se demolieron las casas contiguas a la iglesia de San Antonio y en el solar se construyó el edificio actual , según los planos de Don Antonio Ruiz de Salces. El coste de las obras ascendió a 514.500 pesetas de la época. Se aprovechó también, como se menciona en el artículo, a cambiar la armadura de madera, que abrumaba con su peso a la iglesia de San Antonio, por otra más resistente y ligera de hierro y se hicieron otras reformas para asegurar ‘las hermosas pinturas murales y los magníficos retablos, obra de Lucas Jordán Carducci y otros artífices afamados’.
Finalmente se da cuenta cómo evolucionó la primitiva ronda de pan y huevo de ‘tan pequeño y pobremente empezó’, a convertirse ‘en una asociación de muchos y valiosos elementos, que acude en socorro de numerosas necesidades públicas y secretas, y que cuenta con un capital y una renta respetables para hacer frente a ellas’. Y de socorrer a unos cuantos desvalidos a pasar a auxiliar a cuantos acuden a ella.
También se describe cómo la Hermandad del Refugio visita en sus casas a los enfermos que han recibido auxilio espiritual y se les presta ayuda.
Como dato revelador concluye el artículo que para que se juzgue la importancia de este Refugio y de lo mucho que están extendidos sus actos de caridad menciona lo invertido en socorros del 1 de julio de 1880 a 30 de junio de 1890, que hace la suma de 1.441.350,49 pesetas de la época. Y que la Hermandad distribuyó la cantidad de 11.000 pesetas entre 452 alumnas del Colegio de la Concepción para casarse o ir al convento.
